El diseño y la creatividad como herramienta hacia un mundo más sostenible y habitable es el denominador común que une al grupo de creadores participantes en la exposición “Madre Natura”, dentro de la recién celebrado Madrid Design Festival, que este año ha llegado a su sexta edición.
Según la comisaria de la muestra, Teresa Herrero, “Madre Natura” constituye una reflexión sobre la sostenibilidad, la circularidad y el eco-diseño como vías clave para reducir la huella ecológica, a partir de los materiales, la producción y el fin mismo de los proyectos. Y, a la vez, muestra vías de expresión estrechamente conectadas con el pulso vital de sus creadores.
Estructurada entorno a los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, fuego, agua y aire, en “Madre Natura” la creación textil ha estado bien representada, participando de la componente emocional y sensorial del conjunto de piezas. Estas son las innovadoras y personales propuestas presentadas.
Desde su estudio El Sur Design en Madrid, Cristina Vallejo ha creado una serie de vasijas realizadas con cuerda de algodón, cosidas a máquina. Las ha concebido como alfarería textil, en un proceso lento y repetitivo donde el hilo se deposita en capas y se eleva como si fuera un trabajo de torneado, dotando al recipiente de consistencia y estabilidad. Al mismo tiempo, el hilo genera diversas texturas en la superficie. De una única y repetida puntada y suaves movimientos, van emergiendo de las manos de la autora recipientes diversos.
Explica Cristina Vallejo que en estas piezas, evocadoras del trabajo cerámico, reflexiona sobre la forma y la materia, “sobre la potencia de la imagen, que permanece en nuestra memoria a pesar del material del que el objeto esté formado”.
En su trabajo, Regina DeJiménez explora los límites entre arte textil, artesanía y diseño. Instalada en Pedreguer, al pie de las montañas de Alicante, contempla el tejido como herramienta y vehículo de transformación, en obra de arte y elemento de diseño. En “Madre Natura” su pieza Simbiosis, ha reuniendo tres elementos a modo de paisaje tejido.
Una alfombra compuesta por diferentes textiles y técnicas, con volúmenes acolchados, trabajo de punto de alfombra y ganchillo, un puf de pelo de lana de oveja y una instalación lumínica de techo en técnica mixta. El conjunto es un paisaje sensorial con el que compone un microcosmos textil.
La artista textil británica Barbara Long, afincada en Madrid, en la instalación Stair to Heaven ha recreado los ciclos de su vida hasta la actualidad. Con 62 peldaños y más de 30 metros de largo, supone una alegoría de su existencia donde, además, prepara la estructura para su futuro hasta los 100 años.
Compuesta por una red de raíces rojas, los primeros peldaños, pequeños, van tapizados de muselina y algodón, y cada fragmento simboliza distintas épocas vitales. La naturaleza queda representada en esta pieza flexible y orgánica, que recuerda las plantas trepadoras de un bosque. Creadora de estructuras textiles como refugios, en este caso también ha querido confeccionar un espacio protector que celebra lo doméstico y cotidiano.
Con la exposición “Madre Natura” en marcha, Barbara Long cumplió 63 años y añadió el peldaño 63 a su Escalera al Cielo. En una acción performática y celebrativa, ayudada por amigos, lo revistió con telas teñidas de rojo de procedencia diversa: vetustas servilletas de té y cortinas de su madre, e incluso una antigua falda de seda que su progenitora confeccionó para su hermana hace ochenta años.
La exposición “Madre Natura” también ha abordado la sostenibilidad textil a través de innovadores proyectos lanzados por algunos estudios de diseño, donde cobra significación la elección y tratamiento de los materiales y las producciones de factura artesana.
Con la colección de alfombras Plastic Rivers, el diseñador Álvaro Catalán de Ocón toca un tema candente: la contaminación de los océanos con miles de toneladas de plásticos que arrastran los ríos. Sus alfombras, tejidas con desechos plásticos reconvertidos en fibra reciclada PET, representan mapas de algunos de los ríos más contaminados del planeta, como el Yangtze y el Niger.
Tejidas a mano mediante la técnica hand-tufted, en este proyecto como en otros anteriores, Catalán de Ocón logra piezas de gran belleza entreverando conciencia medioambiental y comunidades locales. Editada por GanRugs, la colección de alfombras ha merecido varios premios internacionales de diseño.
La elección de yute y algodón, como fibras naturales para componer la trama y la urdimbre, por la diseñadora Inma Bermúdez, define la estética de las alfombras Roots.
Flamante Premio Nacional de Diseño, esta creadora valenciana apuesta por una artesanía contemporánea con raíces mediterráneas.
El tejido, así mismo, lo aplica a varios taburetes en una reinterpretación del tradicional asiento payés, actualizado con generosas proporciones. La colección, también editada por Gan Rugs, se produce artesanalmente en la India.
Comprende cuatro kilims distintos unidos por la sobriedad y el tacto cálido, que mantienen los tonos naturales del yute: ocre, beige y marrón.
Con el proyecto Retex, el estudio Oiko Design, con despacho en Barcelona, aspira a relocalizar la producción de alfombras partiendo de una investigación sobre técnicas tradicionales de confección en España. El concepto de circularidad pasa a primer plano, con el empleo de restos de tapicería, servilletas y manteles de restaurantes.
Su objetivo es “poner en valor el diseño como medio para la mejora ambiental de los productos, la prevención de residuos, la conservación de los ecosistemas y la puesta en valor nuestra cultura tradicional y artesana”.