Desde el sabor de los helados, hasta ver la peli “mi chica” en bucle.
Quizás eso es lo que me haya llevado a dedicarme a hacer peluches y muñecos. Quizás también sea porque disfruto mucho con la sensación de crear algo desde la nada. Me siento como si al hacerlos cobraran vida, como si tuviera cierta magia en mis manos y un poco de mí se quedará en ellos.